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Por qué se produce la “barriga” después del parto y cómo combatirla | Por: @linternista

Posterior al embarazo y el parto la musculatura abdominal puede quedar alterada, es decir, estirada, debilitada y separada produciendo la “barriga”. La pueden sufren el 80% de las mujeres mamás y constituye un problema funcional y estético.

Esa barriga protuberante tan característica de muchas mujeres que son madres y que es persistente incluso cuando no hay sobrepeso, es en realidad es una condición médica llamada: diástasis de los rectos abdominales.

La diástasis es la separación de los músculos superficiales del abdomen persistente luego del embarazo. Pero practicando ejercicios específicos pueden ayudar a reducirla, no solo por estética sino también para prevenir dolores de espalda.

Estos ejercicios no son los tradicionales abdominales, sino unos movimientos que tienen que ver con la respiración destinados a fortalecer los músculos más profundos del abdomen.

Causa de esta «barriga»

El músculo recto del abdomen o recto abdominal es un músculo par, largo y aplanado, ubicado a cada lado de la línea media del abdomen y que va desde las costillas hasta el hueso del pubis. Son verticales y permiten mantener el cuerpo erguido y la flexión del tronco y puede considerarse un músculo colaborador en la respiración de nuestro cuerpo y protector de la espalda.

Durante el embarazo esos dos músculos paralelos se separan en el medio para permitir el crecimiento del feto en el útero. Las hormonas y el trabajo de parto (prolactina, relaxina y estrógenos) también pueden contribuir a esta separación.

Luego de la gestación estos músculos pueden volver a su posición original pero con frecuencia no lo hacen y se quedan estirados, debilitados y separados hasta por 5cm.

Esta separación vertical le da muy poca contención a las vísceras abdominales (estómago e intestino delgado y colon), por eso la barriga de muchas mamás tiende a sobresalir de una manera peculiar, distinta a la grasa habitual que se concentra en la zona de la cintura.

Los músculos abdominales suelen regresar a su posición habitual de manera natural hacia las octava semanas tras el parto, Según el Servicio de Salud Pública Británico, NHS por sus siglas en inglés.

En un estudio noruego de 2016 se estima que aproximadamente un tercio de las mamás presentan diástasis de rectos abdominales un año después del parto.

Un problema funcional más que estético

Es importante tratar de reducir la separación muscular y la protuberancia excesiva del abdomen porque ésta y el  debilitamiento de los músculos pueden producir trastornos como:

  • Aumento del riesgo de sufrir dolores de espalda en la región lumbar (lumbalgias).
  • Alteración de la postura corporal (adquirir malas posturas).
  • Riesgo de una hernia abdominal.

Cuánta separación hay entre los músculos rectos abdominales

Los músculos rectos abdominales deberían estar uno al lado del otro, a cada lado del ombligo. Normalmente no hay mucho espacio de separación  entre ellos.

Siguiendo estas simples instrucciones puede comprobar si hay diástasis de rectos abdominales, según el NHS:

  1. Acuéstese boca arriba con las piernas dobladas y los pies planos sobre el suelo.
  2. Levante ligeramente los hombros y la cabeza y mira hacia el abdomen (barriga).
  3. Usando la punta de los dedos sienta el borde de los músculos abdominales, por encima y por debajo del ombligo. Fíjate en cuántos dedos caben en el hueco entre los músculos.

El tamaño de esta separación varía de una mujer a otra. Si decide hacer ejercicios para reducir esa separación, puede hacer regularmente esta prueba para medir su progreso. Una separación de uno a dos dedos después de haber tenido un bebé se considera normal.

¿Qué puede hacer para reducir esta separación abdominal?

La práctica de ejercicios de los músculos abdominales más profundos, como el transversus abdominus, puede ayudar a cerrar desde adentro la separación de los rectos abdominales, que son los más superficiales.

Hay varias técnicas y programas de ejercicios para realinear estos músculos que idealmente deberías consultar con un fisioterapeuta.

Sin embargo, este es el ejercicio más básico que el Servicio de Fisioterapia del NHS de Gales recomienda para sus pacientes para ayudar a reducir la diástasis:

  • Acuéstese boca arriba con las piernas dobladas, los pies planos sobre el suelo y la espalda en una posición relajada y neutral, ni muy plana ni muy arqueada.
  • Sienta con las manos los huesos de la pelvis y mueve los dedos unos 2cm hacia el centro y otros 2cm hacia abajo, hacia los pies.
  • A medida que exhala, atrae el ombligo hacia la columna. Deberías notar cómo el músculo bajo los dedos se tensan. Asegúrate de que no has movido la columna.
  • Mantenga la barriga contraída en esa posición entre 3 y 5 segundos mientras respira de manera normal y después relájese. Progrese hasta mantener la contracción durante 10 segundos antes de exhalar.

 Repita este ejercicio 10 veces, al menos una vez al día.

Estos ejercicios llamados hipopresivos para ejercitar los músculos abdominales profundos pueden persolalizarse. Algunos entrenadores personales como  Leah Keller (Nueva York) ha desarrollado su propio método con el que asegura que se pueden «medir» cambios en cuestión de tres semanas al realizar los ejercicios diariamente.

Fuente: BBC Mundo

Comité editorial medicinapreventiva.info

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