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La lectura de un libro es el gran gimnasio cerebral | Por: @linternista

Hay razones científicas demostradas que  leer más de lo que leemos activa nuestro cerebro, lo ejercita y desarrolla mayores capacidades intelectuales.

La lectura es uno de los mejores ejercicios posibles para mantener en forma el cerebro y las capacidades mentales, además de mejorar la empatía y la comprensión de los demás.

Según un informe publicado ‘La lectura en España 2017’, encargado por la Federación de Gremios de Editores (FGEE), alerta que los españoles no consiguieron aumentar  el nivel de lectura, y están  estancados en cifras que señala el último barómetro del CIS, donde un 40%  no leyó ni un libro en 2015.

La importancia de la lectura

La actividad de leer requiere poner en juego un importante número de procesos mentales, entre los que destacan la percepción, la memoria y el razonamiento. Cuando leemos activamos preferentemente el hemisferio izquierdo del cerebro, que es el del lenguaje y el más dotado de capacidades analíticas en la mayoría de las personas.

Pero son muchas más las áreas cerebrales de ambos hemisferios que se activan e intervienen en este proceso. Decodificar las letras, las palabras y las frases y convertirlas en sonidos mentales requiere activar amplias áreas de la corteza cerebral.

Las cortezas occipital y temporal se activan para ver y reconocer el valor semántico de las palabras, es decir, su significado.

La corteza frontal motora se activa cuando evocamos mentalmente los sonidos de las palabras que leemos. Los recuerdos que evoca la interpretación de lo leído activan poderosamente el hipocampo y el lóbulo temporal medial. Las narraciones y los contenidos sentimentales del escrito, sean o no de ficción, activan la amígdala y demás áreas emocionales del cerebro.

El razonamiento sobre el contenido y la semántica de lo leído activan la corteza prefrontal y la memoria de trabajo, que es la que utilizamos para resolver problemas, planificar el futuro y tomar decisiones. Está comprobado que la activación regular de esa parte del cerebro fomenta no sólo la capacidad de razonar, sino también, en cierta medida, la inteligencia de las personas.

Leer activa todo el cerebro

La lectura, inunda de actividad el conjunto del cerebro y refuerza también las habilidades sociales y la empatía, además de reducir el nivel de estrés del lector.

Keith Oatley, novelista y psicólogo de la Universidad de Toronto, Canadá, realizó un trabajo recientemente publicado en la revista científica CellPress y titulado ‘Ficción: Simulación de mundos sociales’, destacando que la literatura de ficción es la simulación de nosotros mismos en interacción.

Luego de analizar datos y consideraciones sobre psicología cognitiva, Oatley afirma “que ese tipo de literatura al ser como una exploración de las mentes ajenas hace que quien lee mejore su empatía y su comprensión de los demás, algo de lo que estamos muy necesitados”.

Esta conclusión es avalada por neuroimágenes, es decir, por datos científicos que exploran la actividad cerebral relacionada con ese tipo de emociones. La ficción que incluye personajes y situaciones complejas puede tener efectos especialmente beneficiosos.

Además, la satisfacción y el bienestar que proporciona el conocimiento adquirido y cómo ese conocimiento se transforman en memoria cristalizada, que es la que tenemos como resultado de la experiencia.

Gran gimnasio mental

El libro y cualquier lectura comparable son, así, un gimnasio asequible y barato para la mente, el que proporciona la mejor relación costo/beneficio en todas las edades de la vida, por lo que debería incluirse en la educación desde la más temprana infancia y mantenerse durante toda la vida.

Elegir la lectura según el gusto

Cada persona debe elegir el tipo de lectura que más le motiva y conviene. Los niños deben ser estimulados a leer con lecturas adecuadas a su edad y los mayores deben procurarse todo el auxilio que requieran sus facultades visuales para poder seguir leyendo y manteniendo en forma su cerebro cuando envejecen.

Siempre hay algo que aprender

Y que mejor que un buen libro, además un motivo añadido para que los mayores sigan leyendo es la maravillosa creencia de que no somos verdaderamente viejos hasta que no empezamos a sentir que ya no tenemos nada nuevo que aprender.

Recomendación

Si nunca has leido un libro, te recomiendo que lo hagas, escoge el que más te guste, del tema que te agrade y activa tu cerebro, además de ser una compañía grata, que despierta la imaginación, te enriquece el lenguaje la comprensión y el intelecto.

A mi me encanta leer y lo he hecho siempre gracias a mi padre que era un ‘come libros’, un gran lector.

Fuente: El País (España)

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