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El riesgo cardiovascular sube y luego baja luego de la ingestión moderada de alcohol | Por: @rigotordoc

El consumo moderado de alcohol se asoció con un mayor riesgo de tener un infarto de miocardio o un ictus (anteriormente llamado accidente cerebrovascular) en las siguientes horas de su ingestión, seguido de un menor riesgo entre 1 día y una semana después, según los resultados de un nuevo metaanálisis. Un consumo excesivo de alcohol, sin embargo, se asoció con un aumento consistente del riesgo de infarto o de ictus en horas y días hasta una semana después.

Aunque considerable cantidad de investigación describe los efectos cardiovasculares del consumo habitual de alcohol moderado y alto, los riesgos inmediatos siguientes a la ingesta de alcohol no han sido bien caracterizados. Sobre la base de sus efectos fisiológicos, el alcohol puede tener efectos muy distintos en el riesgo inmediato y a largo plazo.

La Dra. Elizabeth Mostofsky (Beth Israel Deaconess Medical Center, Boston, MA) reportó estos hallazgos en una sesión de posters en las Sesiones Científicas de Epidemiología, Prevención, Estilo de Vida y Salud Cardiometabólica (EPI|Lifestyle) de la American Heart Association (AHA) 2016, siendo publicado simultáneamente en la revista Circulation.

Según la Dra. Mostofsky, inmediatamente después de un consumo moderado de alcohol, hay una elevación transitoria del riesgo de ataque cardíaco o de ictus y en esa primera hora, hay un pico en el riesgo. Luego del primer día, la asociación revierte y pasa a ser, de hecho, protectora; comienza a haber un menor riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un ictus hemorrágico al día siguiente de la ingestión de alcohol y en una semana hay un menor riesgo de tener un ictus isquémico.

Este es uno de los primeros estudios que arrojan luz sobre cómo el consumo de alcohol está relacionado con los resultados cardiovasculares agudos, aunque según ella, no se puede demostrar causa y efecto.

Sin embargo, es compatible con las directrices de la American Heart Association que sugieren que «si usted bebe, hágalo con moderación», agregó, definiéndose como beber moderadamente como una o menos tragos / día para las mujeres y dos tragos o menos / día para los hombres (un trago corresponde a 12 onzas de cerveza, 5 onzas de vino, o 1.5 onzas de licores, los cuales contienen cada uno aproximadamente 15 g de alcohol).

Riesgo de infarto de miocardio e ictus poco después de beber alcohol

Los investigadores plantearon la hipótesis de que, en comparación con no beber alcohol, beber una cantidad moderada se asocia con un mayor riesgo inmediato de eventos cardiovasculares, seguido de un menor riesgo de eventos cardíacos después de 24 horas, mientras que un alto consumo de alcohol está asociado a un inmediato y de mayor duración alto riesgo cardiovascular.

El consumo moderado de alcohol se asoció con un inmediato alto riesgo cardiovascular que se atenuó después de 24 horas, e incluso confirió protección para IM e Ictus hemorrágico

Entre 1056 citas y 37 artículos completos revisados, se identificaron 16 estudios de casos y controles y siete estudios de casos cruzados que evaluaron la relación entre el consumo de alcohol y el infarto de miocardio y el ictus en la primera semana, que fueron publicados desde 1987 hasta 2015 y llevados a cabo en Europa (12), Nueva Zelanda y Australia (6), Estados Unidos (4), y varias otras naciones (1).

Se enrolaron 29.457 participantes y fueron reportados 17.966 casos de infarto de miocardio, 2.599 casos de ictus isquémico y 1.262 casos de ictus hemorrágico. La mayoría de los estudios (20) reclutaron hombres y mujeres, pero sólo seis estudios presentaron estimaciones específicas por sexo.

El consumo de alcohol se evaluó principalmente en entrevistas (20 estudios) y menos frecuentemente con un cuestionario (tres estudios).

Los estudios mostraron un efecto dosis-respuesta y un efecto protector con el consumo moderado de alcohol, pero no con el alto consumo.

El riesgo relativo de infarto de miocardio fue de 33% menor (0,67) dentro del primer día de haber bebido alrededor de dos tragos / día (28 g de alcohol), pero fue 59% mayor (1,59) luego de tomar unos nueve tragos / día (108 g de alcohol), en comparación con no haber bebido alcohol.

El consumo moderado de alcohol se asoció con un inmediato alto riesgo cardiovascular que se atenuó después de 24 horas, e incluso confirió protección para IM e Ictus hemorrágico: Beber de dos a cuatro tragos al día se asoció con un riesgo 30% menor de sufrir un IM o un ictus hemorrágico a las 24 horas de la ingestión y beber unos seis tragos a la semana (75 g de alcohol / semana) se asoció con un riesgo 19% menor de tener un ictus isquémico dentro de la primera semana, en comparación con no beber alcohol.

Por el contrario, el consumo excesivo de alcohol se asoció con un mayor riesgo cardiovascular; beber de seis a nueve tragos al día se asoció con un riesgo relativo 1,3 a 2,3 veces mayor de tener un infarto de miocardio o un ictus en un día, y beber de diecinueve a 30 tragos a la semana se asoció con un riesgo 2.25- a 6,2 veces mayor de tener un infarto o un ictus dentro de una semana.

Según Mostofsky y colaboradores, el análisis dosis-respuesta sugiere que después de 24 horas, los bebedores moderados pueden experimentar un menor riesgo de un evento cardiovascular, mientras que un consumo excesivo de alcohol se asocia con un mayor riesgo incluso después de 24 horas.

Estudios previos en hombres han demostrado que beber, entre una a dos tragos al día, cuatro días / semana reduce el riesgo cardiovascular más que beber la misma cantidad en menos días.

Por lo tanto, es posible que con el tiempo los individuos que frecuentemente beben pequeñas cantidades de alcohol pueden experimentar un mayor riesgo temporalmente, pero esto puede ser compensado en parte por los subsecuentes beneficios de protección en las horas después del consumo, mientras que el consumo de grandes cantidades de alcohol por vez puede resultar no sólo en un riesgo marcadamente superior inmediato, sino que los episodios repetidos causan un mayor riesgo a largo plazo.

Se necesita más investigación para determinar si el efecto agudo del alcohol difiere según la etnia, género, o antecedentes genéticos, ya que, por ejemplo, el efecto protector del consumo moderado crónico de alcohol, se observa sobre todo en las poblaciones de origen europeo, pero no en los asiáticos. Estas son preguntas muy importantes que siguen sin respuesta.

Referencia: Mostofsky E, Chahal HS, Mukamal KJ, et al. Alcohol and immediate risk of cardiovascular events: a systematic review and dose-response meta-analysis. Circulation 2016; DOI:10.1161/CIRCULATIONAHA.115.019743. Abstract

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Dr. Rigoberto J. Marcano Pasquier @rigotordoc
Medicina Interna

Ambulatorio Medis.

Av. José María Vargas. Centro Comercial Santa Fe.

Nivel C3. Consultorio 2.

Caracas. Venezuela.

http://rigobertomarcano.com

Rigoberto José Marcano Pasquier

Médico internista venezolano: 31a de graduado UCV! Tecnofílico. Ecléctico. Co-Investigador del Estudio Evescam, Venezuela y Coordinador de Medios Sociales. Secretario de Redes de la Asociación Venezolana de Aterosclerosis. CEO de Medicina Preventiva Santa Fe. WebMaster de medicinapreventiva.info , medicinapreventiva.com.ve, ava.net.ve y estudioevescam.info.ve Fotógrafo aficionado: Instagram @rigobertomarcano. Médico afiliado a Mercantil Seguros y a Seguros Caracas

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