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Las causas y síntomas del infarto miocárdico en las mujeres son diferentes a las de los hombres | Por: @linternista

Los infartos de miocardio en la mujer, en la actualidad no solo son infratratados, sino incluso infradiagnosticados y tal es así que, con objeto de revertir esta situación, la Asociación Americana del Corazón (AHA) ha publicado su primera declaración científica sobre el infarto de miocardio en el caso específico de la población femenina.

Las enfermedades cardiovasculares son responsables cada año de 17,3 millones de muertes prematuras en todo el planeta y de acuerdo con las estimaciones esta cifra se elevará hasta los 23 millones en el año 2030. A pesar de impresionantes mejoras en la mortalidad cardiovascular de las mujeres en las últimas 2 décadas (Figura 1) la enfermedad cardiovascular sigue siendo poco estudiada, infradiagnosticada y subtratada en las mujeres. La enfermedad cardiovascular es la principal causa de mortalidad en las mujeres estadounidenses.

Desde 1984, la tasa de mortalidad por enfermedades cardiovasculares anual ha permanecido mayor para las mujeres que para los hombres y el número absoluto de personas que viven con y mueren de enfermedades cardiovasculares en los Estados Unidos es mayor para las mujeres que para los hombres.; sin embargo, en la última década, ha habido reducciones marcadas en la mortalidad por enfermedades cardiovasculares en las mujeres.

Las mejoras en la supervivencia de las mujeres se ha atribuido igualmente a una mejor terapia para la enfermedad cardiovascular establecida así como a las intervenciones de prevención primaria y secundaria. La transformación del panorama de la investigación y los resultados de trabajos clínicos aleatorios han contribuido a la mejora de la atención cardiovascular para las mujeres.

Mortalidad por enfermedades cardiovasculares (ECV) para hombres y mujeres en los Estados Unidos desde 1979 hasta 2011
Mortalidad por enfermedades cardiovasculares (ECV) para hombres y mujeres en los Estados Unidos desde 1979 hasta 2011

Según Laxmi Mehta, de la Universidad Estatal de Ohio en Columbus (EE.UU.) y directora de esta declaración de la AHA publicada anticipadamente en la revista «Circulation», a pesar de los avances, ciertamente impresionantes, alcanzados en la última década sobre la mortalidad cardiovascular, todavía existen diferencias de género. Y es que la enfermedad cardiovascular aún se encuentra infradiagnosticada e infratratada en la población femenina.

El dramático descenso en las tasas de mortalidad de las mujeres se atribuye en parte a un aumento de la conciencia, a una mayor atención a las mujeres y a su riesgo de enfermedad cardiovascular, y al aumento de la aplicación de los tratamientos basados en la evidencia para la enfermedad coronaria establecida.

Esta es la primera declaración científica de la Asociación Americana del Corazón con respecto al infarto agudo de miocardio en las mujeres. Existen diferencias específicas del sexo en la presentación, los mecanismos fisiopatológicos, y los resultados en los pacientes con infarto agudo de miocardio. Esta declaración proporciona una revisión exhaustiva de la evidencia actual de las clínicas de presentación, fisiopatología, tratamiento y resultados de las mujeres con infarto agudo de miocardio.

Menos probabilidades de tratamiento

Los infartos de miocardio ocasionados por una obstrucción o bloqueo de las arterias coronarias son comunes tanto a las mujeres como a los varones. Sin embargo, estas obstrucciones pueden ser diferentes. Y es que comparadas frente a los hombres, las mujeres pueden tener menos obstrucciones graves, por lo que no necesitarían la implantación de un stent –malla metálica con la que se abre una arteria obstruida–. Sea como fuere, el resultado es el mismo: la arteria se encuentra obstruida, por lo que el flujo sanguíneo al corazón es menor y puede producirse un infarto.

Como refieren los autores, «si los médicos no diagnostican correctamente la causa subyacente del infarto en la mujer, entonces no podrán prescribir el tratamiento adecuado una vez ha tenido lugar el episodio».

Entonces, ¿el tratamiento del infarto es distinto en función de que el paciente sea hombre o mujer? No, los tratamientos son similares con independencia de la causa del infarto o de la gravedad de la obstrucción. Sin embargo, y como sucede por ejemplo en el caso de la implantación de un stent, «a pesar del beneficio ampliamente constatado de estos tratamientos, las mujeres siguen estando infratratadas en relación a los hombres», alerta la AHA.

Aunque la enfermedad aterosclerótica obstructiva de las arterias coronarias epicárdicas sigue siendo la causa básica de infarto agudo de miocardio (IAM) en ambos sexos, características de la placa son diferentes para las mujeres, y los datos recientes han sugerido un papel más importante de la enfermedad microvascular en la fisiopatología de eventos coronarios en mujeres.

Por otra parte, los vasos sanguíneos de las mujeres suelen tener un menor tamaño. Y a ello se suma que, por lo general y comparadas frente a sus homónimos varones, las mujeres que sufren un infarto tienen una edad más avanzada, razón por la que asimismo suelen tener una mayor tasa de factores de riesgo –caso, entre otros, de la diabetes o la hipertensión arterial–. Apesar de ello, las mujeres, paradójicamente, tienen enfermedad obstructiva menos severa de las arterias coronarias epicárdicas en la angiografía electiva que los hombres.

El resultado es que por lo general el tratamiento para restaurar el flujo sanguíneo es más complejo en la población femenina. Y una vez más, denuncia la AHA, «las medicaciones recomendadas en las guías de práctica clínica se utilizan en menor medida en el caso de las mujeres, lo que conlleva que los resultados clínicos sean peores en estas pacientes. Además, la rehabilitación cardiaca también se prescribe menos en el caso de las mujeres. Y cuando esta rehabilitación es prescrita, las mujeres tienen una mayor propensión que los varones a no llevarla a cabo o completarla».

Síntomas ‘de género’

Las diferencias no acaban aquí. Así, y por lo que refiere a la sintomatología, cabe recordar que el síntoma más comúnmente asociado al infarto es, con independencia del género, el dolor torácico. Sin embargo, las mujeres son más dadas a presentar síntomas atípicos como, entre otros, la falta de aliento, náuseas y vómitos, y dolor de espalda o mandíbula.

Asimismo, los factores de riesgo para el infarto de miocardio también son diferentes entre ambos sexos. O por lo menos, el nivel de riesgo que supone cada factor difiere entre las mujeres y los varones. Por ejemplo, y como indica la AHA, «tener unas cifras elevadas de presión sanguínea supone un riesgo de infarto mucho mayor para las mujeres que para los hombres. Y si una mujer joven tiene diabetes, su riesgo de infarto es hasta 4 o 5 veces superior que en el caso de un varón de su misma edad».

Fuente:

 

Comité editorial medicinapreventiva.info

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