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La contaminación aumenta el riesgo de Ictus y disminuye la memoria | Por: @linternista

Las personas que respiran diariamente aire contaminado se enfrentan a un mayor riesgo de ictus (llamado anteriormente ataque cerebro vascular o ACV) o incluso llegar al infarto cerebral y esto es debido a la estenosis de la arteria carótida, que es que un estrechamiento de las arterias que suministran sangre al cerebro.

Esto es el resultado obtenido en un estudio presentado durante la Sesión Científica Anual del Colegio Americano de Cardiología y que se publicó en la Journal of the American College of Cardiology.

Disminución del oxígeno cerebral

Son muchas las investigaciones que han asociado el vivir en zonas altamente contaminadasla con problemas cardiovasculares, pero la mayoría se han centrado en los efectos en el corazón y las arterias circundantes. Este nuevo trabajo, sin embargo, ha examinado las consecuencias en las arterias de la cabeza y el cuello, y sus resultados demuestran que la polución podría aumentar el riesgo de eventos cerebrovasculares al privar al cerebro de oxígeno.

Se analizó la información cardiovascular de más de 300.000 personas que viven en Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut. Los investigadores, dirigidos por Jonathan D. Newman, del NYU Langone Medical Center (EE.UU.) examinaron la relación entre la estenosis de la arteria carótida y los niveles de contaminación atmosférica en el código postal de la casa de cada persona sobre la base de mediciones de calidad del aire recogidas por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos entre 2003 a 2008.

Se demostró que aquellos que viven en las zonas más contaminadas tenían un riesgo de un 24 % mayor de estenosis de la arteria carótida en comparación con quienes respiran aires menos contaminados.

La investigación se centró en la contaminación por partículas finas, definidas como partículas de contaminación menor que 2,5 micrómetros de diámetro. Las partículas finas es la forma más común de contaminación del aire y se deriva en gran medida de los automóviles y la quema de carbón o madera.

«Los resultados llaman la atención sobre la importancia de las estrategias para reducir la contaminación del aire», afirma Newman. Los hallazgos también apuntan a la contaminación del aire como un factor potencial que podría ayudar a explicar por qué algunas personas, como las que padecen diabetes, parecen ser más susceptibles a los problemas cardiovasculares que otras.

Además, el experto sugiere que analizar los mecanismos biológicos por los que la contaminación del aire podría aumentar la estenosis de la arteria carótida también podría ayudar a dilucidar el papel de la contaminación del aire en los accidentes cerebrovasculares y otras formas de patología cardiovascular.

Los niños también son afectados

El desarrollo cognitivo de los niños que asisten a escuelas expuestas a la contaminación del aire por su proximidad al tráfico se ve enlentecido, asegura el estudio publicado en PLOS Medicine llevado a cabo por investigadores del CREAL.

Jordi Sunyer, investigador principal del estudio explica «Hemos visto que los niños de las escuelas altamente contaminadas tenían un menor crecimiento en el desarrollo cognitivo que los niños de las escuelas poco contaminadas; en este sentido, los niños que asisten a escuelas con niveles altos de contaminación, tanto en la clase como en el patio, experimentaron un menor crecimiento de las funciones cognitivas esenciales para el aprendizaje, del 7 % anual en contra del 11 %, respecto a las escuelas menos contaminadas. Estos resultados se confirmaron empleando medidas directas sobre el tráfico relacionado con los contaminantes en la escuela. Esto puede tener consecuencias en el rendimiento escolar y el comportamiento».

Un estudio prospectivo llevado a cabo entre enero de 2012 a marzo de 2013, con una muestra de 2.897 niños, de entre siete a diez años, que estaban expuestos a la contaminación del aire relacionada con el tráfico de alta y baja intensidad. Se midieron la contaminación por al tráfico, dos veces durante las campañas de una semana tanto en el patio (al aire libre) como dentro del aula de forma simultánea. Y hallaron, por ejemplo, que la contaminación por partículas de carbono elemental reducía en un 13 % el crecimiento de la memoria de trabajo.

«La asociación fue consistente en mediciones cognitivas, aunque fue más evidente para la memoria de trabajo, buen indicador de los logros del aprendizaje. El deterioro de las funciones cognitivas tiene consecuencias para el rendimiento escolar. Por lo tanto, la reducción del desarrollo cognitivo de los niños que asisten a las escuelas con mayor contaminación del aire podría dar lugar a una situación de desventaja que debería tenerse en cuenta en el control de la calidad del aire», concluye Sunyer.

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Fuente: ABC.

Daniel Ricardo Hernández @danielricardoh

Comunicador Social

Comité editorial medicinapreventiva.info

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