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¿El fin del mundo o ya es posible el sexo con robots? | Por: @linternista

RoxxxyGold, mide 1,74 metros de altura y sus medidas son 96-76-94; está hecha de silicona y metal, viene dotada con sensores en la piel y es capaz de responder a la voz humana y hasta de mantener una conversación elemental, aunque sin mover las extremidades o la cara.

En un artículo publicado por The Wall Street Journal, David Linden, profesor de neurociencia de la Escuela de Medicina de Johns Hopkins University, explicó que a pesar de ser rudimentaria es el modelo de robot sexual más avanzado.

Esta robot, se consigue en Estados Unidos por cerca de 7.000 dólares y su única función en el mundo es emular a una pareja sexual. Hay versiones más sencillas, sin brazos ni piernas, que solo pueden escuchar o hablar explícitamente sobre el acto sexual, y que cuestan alrededor de 1.000 dólares. También está disponible la versión masculina, Rocky, por unos 1.500 dólares.

Para el futurólogo y experto en tecnologías de la información Stowe Boyd, a la vuelta de 10 años los amantes robóticos serán comunes, aunque también fuente de desdén y debates. Uno de ellos está dado por la capacidad que tendrían estos robots de remplazar, en toda regla, a un amante humano.

Definitivamente, no reemplazarían las relaciones íntimas entre personas y más bien terminarían siendo un complemento para cierto público, como los juguetes sexuales.

Algunas opiniones

En el 2013, el Huffington Post, junto con la firma YouGov, realizó un estudio entre 1.000 adultos de Estados Unidos: el 9 % de ellos estaban dispuestos a irse a la cama con un ser artificial. Incluso, el 42 % afirmaba que eso podía considerarse una infidelidad, mientras el 31 % dijo que no y el 26 % restante no lo tenía claro.

Ezequiel López, psicólogo y sexólogo español, cree que pensar en un aparato tecnológico que sustituya a alguien es una posibilidad muy difícil, porque ligadas al sexo están la comunicación, las sensaciones y las emociones, que son irreemplazables.

“El asunto ni siquiera es comparable con el sexo virtual, que generalmente se usa como algo circunstancial o como apoyo de una relación de personas que están lejos. En ese caso la tecnología se vuelve facilitadora, pero no se convierte en el otro”, señala López.

Además, López cree que los robots son una opción complementaria al terreno de los juguetes sexuales, y aunque probablemente en el futuro los perfeccionen y lleguen a producir emociones, siempre tendrán sus limitaciones.

“El cerebro no se engaña fácilmente; un programa de computador que genere cierta estimulación neuronal puede causar placer, pero el contacto es otra cosa. Sin embargo, hay personas que sienten mucha excitación por las muñecas sexuales y tienen esa fantasía. En este caso podrían disfrutar también de estos aparatos”, asegura el sexólogo.

En eso coincide Carlo Vinicio Caballero, médico experto en tecnologías de la salud, dice que “Un robot puede llegar a causar goce, pero la carne no se puede reemplazar porque, además de ser placentero, el contacto es necesario para otros fines, como la procreación”.

Considera, que es una herramienta para el cerebro permita imaginar y darle gusto a la mente, puede ser incluso más potente que el robot más perfecto.

Para Camilo Libos, ginecólogo con especialización en sexología, es probable que con el tiempo el ser humano pueda perfeccionar las respuestas emotivas de los robots sexuales, y piensa que seguramente hasta podrán hacer que muevan las extremidades o que pongan cara de preocupación o de placer. No obstante, piensa que, por las respuestas neuronales, un equipo tecnológico nunca podrá igualar al humano.

“Es difícil, porque el hombre tiene un sistema fisiológico innato (evolucionado durante siglos) que reacciona involuntariamente ante estímulos emocionales, y otro cognitivo-cortical adquirido, cuya reacción es social y simbólica. Ambos funcionan de manera conjunta para producir la respuesta emocional”, dice Libos.

María Claudia Abello, psicóloga y educadora sexual, estima que en estos casos lo más complicado es la dificultad para relacionarse con otros: “Las personas que sufren estos trastornos se niegan, además del sexo, cualquier posibilidad de estar en una sociedad, de intercambiar, de disfrutar y de vivir las alegrías y dolores que hacen parte de la vida. Por eso es necesario buscar ayuda, porque simplemente no creo que sea posible reemplazar a una persona con tecnología”, dice.

En definitiva se podría decir que los aparatos como RoxxxyGold y Rocky se diseñaron pensando en personas que simplemente tienen gustos diferentes en materia sexual, quieren probar cosas nuevas o simplemente tienen fobias y dificultades para relacionarse con los demás.

¿Tendencias atractivas?

La masificación de las redes sociales, la mensajería instantánea y la interactividad han transformado las relaciones eróticas. A juzgar por los resultados de una encuesta hecha el año pasado por el Instituto Francés de Opinión Pública en varios países, para los jóvenes las prácticas relacionadas con el sexo virtual, como el ‘sexting’ (chats de contenido sexual), resultan atractivas.

Tan solo en Francia, el 22 % de los jóvenes reconocen la práctica de sexo a través de una ‘webcam’, y también se confiesan adeptos al ‘streptease’ en línea y al ‘sexting’, lo mismo que el 33 % de los españoles.

Según François Kraus, director de estudios del instituto, el ‘sexting’ ya es muy popular en todo el mundo, principalmente entre adolescentes, que durante buena parte de su tiempo socializan a través de medios digitales.

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Fuente: El Tiempo.

Daniel Ricardo Hernández

Comunicador Social

Comité editorial medicinapreventiva.info

Comité editorial de medicinapreventiva.info

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