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En Europa el cáncer supera a las cardiopatías como principal causa de muerte | Por: @linternista

En 12 países europeos el cáncer es actualmente la principal causa de muertes, por encima de las enfermedades cardiovasculares; incluso, según los resultados de un análisis de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en los últimos 10 años se han observado descensos significativos en las tasas de mortalidad por enfermedades cardiovasculares en todo el continente.

El Dr. Nick Townsend, investigador principal en el Centro de Enfoques en la Población para la Prevención de Enfermedades no Transmisibles BHF de la Universidad de Oxford, Reino Unido y sus colaboradores identificaron 4 millones de muertes por enfermedades cardiovasculares en Europa en 2013, lo que constituye 45% de todas las muertes. La investigación fue publicada en la versión electrónica del European Heart Journal el 15 de agosto de 2016.

No obstante, hubo diferencias entre las regiones europeas, y la proporción de muertes debidas a enfermedades cardiovasculares fue de 33% en países que se incorporaron a la Unión Europea antes de 2004, en comparación con 38% de muertes en países que se incorporaron a la Unión Europea después de 2004, y 54% de todas las muertes en países que no pertenecen a la Unión Europea.

Según el Dr. Townsend, aproximadamente la mitad de la reducción en la mortalidad por enfermedades cardiovasculares se debe a una disminución de la incidencia, en tanto que la otra mitad se debe a una reducción de la mortalidad de casos. No obstante, enormes variaciones en las tasas de mortalidad por enfermedades cardiovasculares entre los países europeos de manera que las tasas ajustadas a la edad fueron más bajas en Francia, pero hasta seis veces más altas en países como Ucrania y Kirguistán.[1]

«Hay menos personas que sufren, que tienen complicaciones cardiovasculares, y cuando no las presentan, menos personas mueren a causa de ellas, así que es una combinación de intervenciones de salud pública basadas en la población para reducir factores como las tasas de tabaquismo, pero también de tratamientos como la farmacoterapia junto con otros recursos, como un mayor empleo de estents». «Así que en realidad a nivel de la población, cuando reducimos las tasas de tabaquismo y nos enfocamos efectivamente en estas conductas, entonces podemos lograr una mayor repercusión en las enfermedades cardiovasculares y en el cáncer».

Sin embargo, las tasas de mortalidad por enfermedades cardiovasculares disminuyeron considerablemente entre 2003 y 2013 y descendieron alrededor de entre un cuarto y la mitad en casi todos los países europeos. El resultado es que ahora las tasas de mortalidad por enfermedades cardiovasculares son más bajas que las debidas a cáncer en hombres y mujeres en una docena de países europeos.

El Dr. Townsend considera que existen varias posibles explicaciones para este fenómeno. Una es que la simple disminución de las tasas de mortalidad por enfermedades cardiovasculares aumenta la longevidad y con ello incrementa las posibilidades de que un individuo adquiera cáncer.

Otra es que estudios previos han señalado que alrededor de 85% de las enfermedades cardiovasculares se pueden atribuir a factores de riesgo conductuales, tales como tabaquismo, actividad física, alimentación e ingesta de alcohol, en tanto que sólo la mitad de los casos de cáncer pueden vincularse a tales causas.

Además, el Dr. Townsend señaló que las enfermedades cardiovasculares tienen potentes factores predictores, como hipertensión y concentraciones de colesterol. Utilizando éstos, «podemos identificar a las personas y reducir estos factores, primero mediante cambios en la conducta y luego con farmacoterapia y medidas de este tipo», dijo.

Describiendo el cáncer como «una serie más compleja de enfermedades», añadió que hay muchos tipos diferentes de cáncer con múltiples causas diversas. Un ejemplo «evidente», dijo, es que «si se reduce la frecuencia del tabaquismo se disminuyen las tasas de cáncer de pulmón, pero no se tendrá tan gran repercusión en el cáncer intestinal o en el cáncer de páncreas, o en el cáncer de próstata o en el cáncer de mama».

Detalles del estudio

Para analizar la morbilidad actual de las enfermedades cardiovasculares en Europa, los investigadores recopilaron datos de los 53 países integrantes que se incluyeron en la definición de la región europea por la OMS.

Dentro de esto, el equipo se enfocó en los 15 países que eran parte de la Unión Europea antes del 1 de mayo de 2004 (UE-15), que comprende Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal, España y Reino Unido. Luego se enfocaron en la UE-28, que incluye los 13 países adicionales que se incorporaron a la Unión Europea después de esa fecha, a saber: Bulgaria, Croacia, Chipre, República Checa, Estonia, Hungría, Latvia, Lituania, Malta, Polonia, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia. Los 25 países restantes eran países que no pertenecían a la Unión Europea, principalmente de Europa oriental.

Utilizaron la actualización más reciente de la base de datos de mortalidad de la OMS a partir de noviembre de 2015. Esta presenta los datos de mortalidad específicos de edad y causa, junto con los datos de población específica de edad para cada país. Esta base de datos, a su vez, está basada en datos proporcionados por las autoridades nacionales y que obtuvieron de sus sistemas de registro civil. Los datos fueron luego estandarizados utilizando la población estándar europea de 2013, que fue formada por la Comisión Europea para reflejar la estructura de la población europea actual.

Por último, el equipo obtuvo datos de la morbilidad de la OMS y de la Encuesta Social Europea para comparar los años de vida ajustados por discapacidad, que es el equivalente a la pérdida de un año de vida saludable, tanto entre los países como entre los trastornos.

Los resultados demuestran que hubo más de cuatro millones de muertes por enfermedades cardiovasculares, de las cuales, 1,8 millones fueron atribuibles a cardiopatía coronaria y 1,0 millones a trastornos cerebrovasculares. En general, la mortalidad por enfermedades cardiovasculares contribuyó con 45% a todas las muertes en toda Europa. La mortalidad por enfermedades cardiovasculares fue más alta en mujeres que en hombres, 2,2 millones frente a 1,8 millones de muertes, o 49% y 40% de todas las muertes, respectivamente.

El equipo de investigadores identificó 1,4 millones de muertes por enfermedades cardiovasculares en personas menores de 75 años, en tanto que ocurrieron un poco menos de 700.000 muertes en personas menores de 65 años. Aunque hubo más muertes prematuras por enfermedades cardiovasculares en hombres que en mujeres, 0,9 millones frente a 0,5 millones, el número total más alto de muertes prematuras en hombres que en mujeres significó que la proporción de muertes por enfermedades cardiovasculares fue similar en uno y otro género sexual.

La morbilidad por enfermedades cardiovasculares fue sustancialmente diferente entre los países europeos. Las enfermedades cardiovasculares contribuyeron con 33% a todas las muertes en todos los países de la UE-15, en comparación con 38% de las muertes en los países de la UE-28 y 54% de todas las muertes en los restantes países no incorporados a la Unión Europea.

Además, 21,4% de las muertes prematuras se debieron a enfermedades cardiovasculares en los países de la UE-15, aumentando a 26,0% en los países de la UE-28 y a 35,8% en los países no incorporados a la Unión Europea.

Las tasas de mortalidad normalizadas por edad también fueron muy variables. Francia tuvo la tasa más baja de los países de la UE-15, 275,2/100.000 en hombres y 174,1/100.000 en mujeres. La tasa más alta en general en los hombres se observó en Ucrania, 1544,9/100.000, en tanto que en las mujeres fue de 1087,4/100.000 en Kirguistán.

Entre 2003 y 2013, las tasas de mortalidad normalizadas por edad disminuyeron considerablemente en casi todos los países. En la UE-15, las disminuciones en las tasas de mortalidad normalizadas por edad fluctuaron desde 25,2% en Austria hasta 49,7% en Luxemburgo en hombres y de 25,3% en Italia hasta 49,7% en Portugal en las mujeres.

En los países de la UE-28 fuera del grupo de la UE-15, las reducciones en las tasas de mortalidad normalizadas por edad fueron más moderadas, fluctuando desde 13,1% en Eslovaquia hasta 34,4% en Croacia en los hombres y desde 15,5% en Eslovaquia hasta 43,0% en la República Checa en mujeres. Fuera de Estados Unidos, las disminuciones todavía fueron más pequeñas, aunque en Kazajistán hubo reducciones de 56,5% en los hombres y 65,6% en las mujeres.

La consecuencia de las disminuciones en la mortalidad por enfermedades cardiovasculares fue que un mayor número de hombres falleció por cáncer que por enfermedades cardiovasculares en 12 países, en tanto que más mujeres murieron por cáncer que por enfermedades cardiovasculares en dos países. Todos estos países pertenecían a Europa occidental y 9 eran parte de la UE-15. Los países fueron Bélgica, Dinamarca, Francia, Italia, Israel, Luxemburgo, Países Bajos, Noruega, Portugal, Eslovenia, España y Reino Unido.

El primer país en el cual ocurrió esta transición fue Francia, en 1988, seguido de España, en 1999. En países donde el cambio ocurrió en una fecha más temprana, la proporción de muertes por cáncer y enfermedades cardiovasculares es ahora también más alta, lo que indica que continúa el incremento relativo en la carga de mortalidad por cáncer.

Según el Dr. Townsend, si bien los resultados para la mortalidad por enfermedades cardiovasculares son alentadores, existe una «pequeña advertencia». En los últimos años se han observado «vastos incrementos en la diabetes y también aumentos en la prevalencia de sobrepeso y obesidad. Así que aunque recientemente hemos tenido estas reducciones masivas en las muertes por enfermedades cardiovasculares, también estamos al tanto de que estos incrementos sin precedente en los niveles de estos otros factores de riesgo intermedios, sobre todo obesidad y diabetes, podrían influir en las tendencias futuras y de hecho originar una meseta en las cifras o incluso invertirlas».

Referencia: Townsend N, Wilson L, Bhatnagar P, Wickramasinghe K, Rayner M, Nichols M. Cardiovascular disease in Europe: epidemiological update 2016. Eur Heart J. 2016 Aug 14. Artículo

Comité editorial medicinapreventiva.info

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