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Recomendaciones sencillas para ayudarte a superar un desgarro muscular | Por: @linternista

Uno de los más grandes temores de toda persona que practica actividad física es un desgarro muscular. No solo por lo doloroso que resulta sino por la incapacidad que puede ocasionar el sufrir esta lesión.

¿Qué es un desgarro muscular?

Los desgarros musculares pueden llegar a la rotura total del músculos

Es la lesión del tejido muscular que va acompañada de hemorragia provocada por la rotura de los vasos sanguíneos que recorren el músculo afectado, provocando un dolor muy intenso que impide contraerlo. Sucede por una superelongación (exceder al músculo más allá de su capacidad de estiramiento), por una contracción brusca (veloz), o por realizar un esfuerzo superior a la capacidad biológica de resistencia a la tensión.

Quien pase por el infortunio de un desgarro muscular debe por sobre todas las cosas acudir al médico traumatólogo en procura de un diagnóstico certero y un buen tratamiento para recuperarse efectivamente de la lesión.

A continuación se presentan algunos consejos a seguir cuando se es víctima de un desgarro muscular:

Primeras 24 a 48 horas de transcurrida la lesión

Los desgarres musculares deben ser bien atendidos para que no generen lesiones permanentes

Combatir el dolor y la inflamación con descanso, hielo, compresión y elevación. Vendar la zona con un vendaje elástico que dé la compresión necesaria pero no corte el flujo sanguíneo. Luego elevar la extremidad afectada, apoyándola y aplicando hielo 15 o 20 minutos cada 2 o 3 horas mientras se esté despierto. En esta fase puede que también vaya bien un analgésico como el acetaminofén, o un antinflamatorio no esteroideo como ibuprofeno, según la recomendación del traumatólogo.

3 ó 4 días después de la lesión

Hacer estiramiento y repeticiones los días siguientes al desgarro muscular ayuda a recuperarsePara que la zona no quede rígida o débil, hay que empezar a moverla y a estirarla según la recomendación del traumatólogo o de un fisioterapeuta. Puede que resulte incómodo, pero no debería ser un dolor equiparable al de la lesión.

Una o dos veces al día, comenzar a mover lentamente la zona lesionada en series de 10 o 20 repeticiones, aumentando gradualmente el rango de movimientos. Ir haciendo estiramientos de la zona; intentar completar de 5 a 10 repeticiones, aguantando la postura entre 10 y 30 segundos a cada repetición. No será agradable, pero ayudará.

 2 ó 3 semanas más tarde

Añadir resistencia, empezando con pesas, repeticiones y series equivalentes al 25-50% de lo que se hizo el día antes de la lesión, y aumentando un 10% a cada sesión. Rebajar pesas, repeticiones y series si siente dolor, y no pasar al siguiente nivel hasta que las molestias no hayan desaparecido. En esta fase, si sigue experimentando rigidez o hinchazón (o si el dolor interfiere con tus actividades diarias, o si sientes molestias en la zona de alrededor) hay que volver a consultar al médico o al fisioterapeuta antes de hacer ningún otro ejercicio.

Es preciso insistir que ante la ocurrencia de esta lesión es imprescindible acudir al traumatólogo y de ninguna manera dejar que el desgarro se cure por sí solo; pudiera incluso haber alguna lesión más severa. Los consejos que aquí se presentan forman parte de una orientación general que por necesidad debe ir acompañada de la debida supervisión médica.

Fuentes: Menshealth.es, Wikipedia.

Daniel Ricardo Hernández @danielricardoh

Comunicador Social

Comité editorial medicinapreventiva.info

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